Sin la puesta en marcha de las medidas solicitadas por el sector de la recuperación y el reciclaje a la Unión Europea, el proceso de cambio de paradigma económico podría desembocar en un aumento del euroescepticismo y, por tanto, en la victoria del ‘establishment’ del actual modelo lineal (producir-usar-tirar)
«El viejo mundo se muere. El nuevo tarda en aparecer. Y en ese claroscuro surgen los monstruos». Esta breve reflexión del pedagogo italiano Antonio Gramsci ilustra a la perfección los riesgos a los que deberá hacer frente la zona euro en su camino hacia la economía circular. El cambio de paradigma que impulsa la Comisión Europea no sólo deberá hacer frente a la resistencia del establishment de la economía lineal, sino también al propio peligro de euroescepticismo que suscitan todas y cada una de las medidas vinculantes dentro de los Estados miembros.
Pese a las rimbombantes cifras lanzadas por la Comisión sobre generación de empleos, crecimiento del PIB y otra serie de bondades de la economía circular, lo cierto es que lo justo sería tener los pies en la tierra y explicar que ese gran proyecto con la vista puesta en 2030, con una especie de check control en 2020, no es ahora mismo más que una hoja de ruta a seguir. Se ha dotado de financiación (650 millones de euros nada menos que para este año) y de unos objetivos muy ambiciosos, pero aún quedan por solventar los principales asuntos que pueden dinamitar el proceso del cambio.
EL PAPEL DE LOS RECUPERADORES RECICLADORES
Las perspectivas que ofrece el Paquete de Economía Circular (PEC), dirigidas a cerrar el círculo de vida de los productos y garantizar que todos los actores de las cadenas de valor asuman su compromiso para poder hacer realidad la economía circular, sitúa al reciclado como el elemento clave de enlace que reintroduce una y otra vez los diferentes materiales en la cadena de producción. Algo que desde hace décadas vienen realizando las empresas del sector de la recuperación y el reciclado mediante la conversión de residuos en recursos.
En la Conferencia de EuRIC celebrada el pasado 1 de marzo bajo el lema “La industria del reciclaje en el corazón de la economía circular” dos fueron los mensajes principales sobre el papel que tendrán los recuperadores en ese cambio de modelo económico. El principal, esta industria está más que preparada para asumir el reto lanzado por la Comisión y comparte el diagnóstico de que la economía lineal nos lleva al abismo. Y, segundo, para que esta industria pueda situarse en el eje del paradigma circular, es fundamental, así lo explica el comunicado final de EuRIC, que la Unión Europea envíe señales claras al mercado y contribuya a que el sector del reciclaje europeo sea competitivo.
Este artículo fue publicado el pasado mes de junio de 2016 en la revista IndustriAmbiente. En este enlace puedes descargarte el artículo completo